En el transporte marítimo, todavía es bajo el porcentaje de documentos comerciales que se emiten por vía digital, pese a las posibilidades de hacerlo. Las cifras indican que solo el 2% se hace bajo esta modalidad, lo que resulta alarmante, si tenemos en cuenta la importancia de este tipo de documentación comercial, y el riesgo que se corre si ésta llega a perderse al pasar de mano en mano.
Miremos algunas cifras
En un solo proceso del comercio mundial, se pueden manejar hasta 20 documentos para un solo envío, los cuales pasan por los distintos involucrados. El problema del manejo de esta documentación es que se sigue trabajando con formatos impresos, los cuales son remitidos en persona entre las partes interesadas en la cadena, o por medios postales tradicionales.
Si bien es cierto, algunos de estos han empezado a ser remitidos por fax y correo electrónico, hay algo que todavía llama la atención. Existe documentación comercial del transporte marítimo que aún requiere la presentación en físico, de forma obligatoria. Este es el caso, por ejemplo, el Conocimiento de Embarque o BL, el cual sigue siendo necesario en formato físico en el 40% de las transacciones.
Pero ¿cuál es el problema de que siga dándose en formato físico si es a lo que se está acostumbrado? La respuesta es que no solo se corre el riesgo de que documentación importante se pierda o dañe en el proceso de envío; sino también porque el trabajo de emisión, liberación, endose y transferencia que conlleva demanda un proceso arduo, el cual podría agilizarse si se digitalizara.
Digitalización de documentos sería beneficiosa para el comercio marítimo
La digitalización de la documentación comercial ha demostrado ofrecer varios beneficios, en aquellos documentos que sí admiten esta forma de presentación; por ejemplo, reducir costos, ahorrar tiempo, mejorar transacciones comerciales, la mitigación de interrupciones, etc.
Pese a ello, hace falta aún solucionar los problemas que pueden surgir de la digitalización de este documento, desde el punto de vista legal; por ejemplo, la originalidad y la singularidad del documento; en ese sentido, es necesario que exista un mecanismo que permita demostrar que se trata de un único documento circulando; así como también que este no ha sido modificado desde el momento en que se emitió.
Si bien es cierto, hay compañías que han optado por la digitalización de este documento, desde los años 90, utilizando diversos sistemas que garanticen seguridad y vencer los desafíos antes mencionados, solo el 2% de este tipo de documento se emite, a la fecha, bajo esta modalidad.
¿Qué se está haciendo para que se dé el cambio?
Es necesaria la creación de un marco jurídico que facilite la adopción de documentos comerciales electrónicos; así como una normativa para poder transferirlos. Actualmente, existen diferentes entidades internacionales que vienen trabajando en esto; asimismo, existen Estados que han desarrollado iniciativas propias legislando este tipo de documentos. Falta aún que exista una estandarización de la digitalización del comercio internacional, sin embargo, también hay iniciativas al respecto, por ejemplo, la Comisión Bancaria de la CCI ha publicado recientemente la versión 1.0 de sus Reglas Uniformes para las Transacciones Comerciales Digitales.
