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Retraso de recaladas de buques genera una “congestión invisible” en importantes puertos del mundo

Retraso de recaladas de buques genera una “congestión invisible” en importantes puertos del mundo

Mientras tanto, desescalada del conflicto entre Israel e Irán haría retornar la atención a la guerra comercial

Una “brutal desaceleración” en las operaciones portuarias debido al retraso en las recaladas de los buques se está produciendo a medida que transcurre el verano septentrional. Según el analista de la industria marítimo-portuaria y logística, Jon Monroe, esto está ocurriendo “porque los buques están arribando más tarde que nunca”. En esa línea, destaca que Sea Rates descubrió que los puertos globales experimentaron un asombroso aumento del 300% en los retrasos durante la primera quincena de junio, lo que afecta a casi el 96% de los principales puertos del mundo.

Según señala, la actual situación se debería a “una mezcla tóxica de itinerarios erráticos de los buques, atascos en las terminales, blank sailings, mal tiempo, sacudidas geopolíticas y terminales que retienen los contenedores por mucho más tiempo de lo habitual, lo que conspira para arruinar la puntualidad de zarpes y recaladas”.

Con retrasos en recaladas que se extienden de 48 a 72 horas, y en ocasiones por varios días más, Singapur, Róterdam, Savannah, Vancouver y Ciudad del Cabo se han convertido en los cinco principales puntos que sufren esta especie de “atascos portuarios invisibles” en el mundo.

Mientras tanto, en China se experimenta una congestión de un tipo más convencional, donde en los puertos de Qingdao y Ningbo los buques han enfrentado esperas por un sitio de atraque de hasta 72 horas producto de interrupciones climáticas y la acumulación de naves. En Shanghái, en tanto, las naves han sufrido retrasos de hasta 60 horas esperando atracar.

Pero, según Monroe, en este punto ocurre “lo sorprendente”, puesto que mientras los puertos se esfuerzan por manejar la presión de los retrasos, el espacio de los buques que zarpan desde China se ha vuelto repentinamente abundante y la actividad de reservas está disminuye a cada día. Como consecuencia “las tarifas están cayendo a medida que los importadores se dan cuenta de que ya no es necesario entrar en pánico y que la demanda se está desinflando justo cuando la capacidad se está expandiendo”.

Al resumir la situación plantea: “Sí, puede que los muelles estén vacíos de buques esperando atracar, pero eso no significa que el negocio esté fluyendo sin problemas. Las naves retrasadas están marcando la narrativa del verano [septentrional], reduciendo márgenes, prolongando las cadenas de suministro y dejando a los puertos en pausa cuando deberían estar operando a pleno ritmo”.

Mientras tanto en Irán…

Lo que ha comenzado a denominarse como la “Guerra de los Doce Días” entre Israel e Irán y a la que sumó con posterioridad EE. UU. trajo consigo la posibilidad de desembocar en el peor escenario para una ya agobiada industria marítima: el cierre del estrecho de Ormuz. No obstante, el 23 de junio por la tarde Donald Trump anunció un alto el fuego entre Israel e Irán. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica considerando que, a la hora del anuncio, los ataques aéreos y de misiles entre ambos países continuaron. Al cierre de esta edición, el alto al fuego parecía más afianzado, aunque la fragilidad del acuerdo es latente.

No obstante, Diversos análisis consideran como improbable el cierre total del estrecho por parte de Irán, país que más bien utiliza esta amenaza como una herramienta de negociación política, ya que de concretar la medida le significaría, en la práctica, encerrar su propia producción de crudo y perjudicar de paso a sus principales socios comerciales, entre ellos: China, Omán, Catar e India.

El jefe de análisis de Freightos, Judah Levine, destaca que incluso durante el conflicto, el flujo de tanqueros por el estrecho de Ormuz se mantuvo en general normal, al igual que las operaciones en el puerto de Jebel Ali, en Dubái, el principal hub de transbordo regional, clave para el transporte marítimo y aéreo de contenedores procedentes del Lejano Oriente y que continúan por aire hacia Europa y Norteamérica.

En tanto, describe que, en Israel, los puertos de Haifa y Asdod también permanecieron operativos en todo momento, mientras que Freightos no mostró inestabilidad en las tarifas de contenedores en las rutas israelíes, aunque algunas líneas navieras se desviaron sus recaladas desde el puerto de Haifa a Asdod.

La atención retornará a la guerra comercial

De este modo, con la posible reducción de la crisis en Medio Oriente y sus implicaciones para el comercio, la atención se centrará nuevamente en la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el inminente vencimiento de la suspensión de los aranceles.
“Los países, salvo China, que se enfrentan a los aranceles recíprocos estadounidenses anunciados en abril, solo tienen hasta el 9 de julio para llegar a acuerdos o enfrentarse a posibles aumentos de aranceles”, recuerda Levine.

Fuente: MundoMaritimo