Situación supone una serie de riesgos para fabricantes, retail, exportadores e importadores
Han transcurrido más de cinco años desde las enormes interrupciones del transporte marítimo, la perjudicial congestión portuaria y los peaks de costos de la época del COVID-19, pero una característica se ha mantenido desde entonces: la inestabilidad de las tarifas de flete.
Este último fenómeno de acuerdo con Drewry, tiene múltiples causas, incluyendo disrupciones geopolíticas como los ataques a buques en el Mar Rojo, cambios en el equilibrio entre la oferta y la demanda, cambios tarifarios intermitentes (con las consiguientes anticipaciones y pausas en los volúmenes de transporte marítimo), y mayores costos de seguros de buques o combustible cuando aumentan los riesgos de seguridad en zonas como Irán y la región del Golfo.
Por ejemplo, las tarifas transpacíficas desde Asia hasta la costa oeste de EE. UU. han sido extremadamente inestables en los últimos seis meses, en el contexto de anuncios arancelarios y cambios repentinos tanto en la capacidad como en la demanda. Las tarifas spot de Shanghái a Los Ángeles se redujeron a la mitad entre enero y marzo, para luego duplicarse entre marzo y junio, destaca Drewry.
Esto supone riesgos para fabricantes, retail, exportadores e importadores que contratan transporte marítimo con contratos spot a corto plazo, entre ellos:
- Disminuciones o aumentos inesperados en los costos de desembarque para los importadores.
- Márgenes negativos en las exportaciones.
- Exportaciones menos competitivas en ciertos mercados.
- Ejecutivos de logística responsabilizados por los directorios por los sobrecostos
Estos riesgos son más perjudiciales para las empresas que importan productos de bajo valor, ya que un costo adicional de flete de US$2,000 por contenedor puede reducir el margen en estos casos.
Incluso para los importadores que utilizan contratos anuales, que suelen ser compañías más grandes y estar mejor protegidas de los cambios de costos de sus proveedores, se observa una tendencia de recargos inesperados más frecuentes (por ejemplo, recargos por el Mar Rojo y por desviación de buques desde finales de 2023).
Y los riesgos de costos son especialmente altos para los importadores de bienes que utilizan as rutas Este-Oeste.
De hecho, la desviación estándar del Índice de Tarifas de Flete Este-Oeste de Drewry (un promedio ponderado de las tarifas spot en las rutas del Transpacífico, Asia-Europa y Transatlántico, tanto en dirección este como oeste) fue de aproximadamente US$1.400 /FEU por contenedor en los dos años transcurridos desde mayo de 2023. Esto significa que un propietario de carga que exporta o importa pagando tarifas spot en las rutas Este-Oeste puede observar que, en promedio, el costo de un envío de contenedores puede variar en aproximadamente US$1.400, pudiendo no estar preparado para una diferencia tan grande.
Los datos también muestran que los propietarios de carga que pagan tarifas spot en las rutas Norte-Sur (rutas entre los hemisferios sur y norte) también están expuestos a la inestabilidad de los costos.
¿Cómo enfrentar los riesgos?
En opinión de Drewry, los propietarios de carga pueden y deben prepararse para mitigar estos riesgos, habiendo dos tipos de técnicas para hacerlo.
- Técnicas consolidadas:
- Pasar de contratos spot a contratos anuales más estables con líneas navieras o transitarios.
- Construir relaciones más sólidas con las líneas navieras, basadas en compromisos mutuos.
- Revisar el lenguaje contractual de las líneas navieras para protegerse contra recargos unilaterales
- Técnicas emergentes:
- Usar fletes a futuro para cubrir el riesgo de inestabilidad en las tarifas spot.
- Obtener/preparar pronósticos y escenarios de tarifas de flete para las rutas principales (pronósticos spot y pronósticos contractuales)
- Revisar las ubicaciones de abastecimiento del propietario de carga y evaluar nuevas ubicaciones con menores riesgos logísticos y/o arancelarios.
De acuerdo con Drewry, nadie puede prepararse para todas las eventualidades, pero la mayor inestabilidad de los costos en el transporte marítimo, y la tendencia a largo plazo hacia tarifas de flete más altas, merecen una mayor atención por parte de las gerencias y una revisión de las prácticas consolidadas por parte de los propietarios de carga.
Fuente: MundoMarítimo