En Copenhague, se vivió un momento trascendental cuando Maersk bautizó al Laura Maersk, el primero de una serie de buques portacontenedores propulsados por metanol. Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, honró el evento con su presencia, lo que subraya la importancia de este momento en la descarbonización.
Robert Uggla, Presidente de Maersk, destacó el impacto excepcional del buque a pesar de su modesto tamaño. El Laura Maersk de 2,100 TEU, construido en los astilleros Hyundai Mipo, servirá a las rutas comerciales del Báltico. Su nombre rinde homenaje al vapor Laura, el buque pionero que lleva el icónico emblema de siete puntas de Maersk.
Uggla criticó al gas natural licuado (GNL) como combustible alternativo, resaltando sus inconvenientes medioambientales y afirmando que “este mismo buque se ha convertido en el catalizador del cambio”.
Von der Leyen, la madrina del buque, elogió la perspicacia de Maersk y sus implicaciones globales.
Greg Dolan, CEO del Instituto del Metanol, elogió la adopción del metanol como combustible sostenible por parte de la industria naviera, fundamental para la transición energética.
Maersk anunció C2X, una empresa respaldada por A.P. Moller Holding, con el objetivo de ampliar la producción de metanol verde. Esto se alinea con la proyección de Maersk de que la demanda anual de metanol podría triplicarse para 2050.
OCI Global, un proveedor de metanol, reveló planes para duplicar su capacidad de producción de metanol verde en los Estados Unidos, reflejando el crecimiento en la adopción de metanol como combustible naviero.
En conclusión, el bautizo del Laura Maersk marca un avance significativo en la navegación sostenible, lo que significa el compromiso de Maersk con el metanol como combustible limpio. Con las regulaciones cada vez más estrictas, la industria debe abrazar soluciones respetuosas con el medio ambiente para afrontar el futuro.
Fuente: Splash 247
